El aceite de oliva se utiliza, habitualmente, para cocinar, ya sea para hacer sofritos, como ingrediente de guisos, o para aliñar ensaladas y otras verduras, pero ¿sabías que también se puede consumir de otras formas? Te contamos 5 maneras originales de consumir aceite de oliva.
En cócteles
Para empezar el aperitivo de forma sabrosa, ¿por qué no invitar al aceite de oliva a la mesa? ¡O mejor dicho a la copa! Y es que podemos disfrutar de los aromas y sabores de nuestra inmensa gama de aceites de oliva virgen extra también en una copa de cóctel. ¿Qué aporta el aceite de oliva a estos combinados? Pues, además de color y textura, también se consigue que el sabor del cóctel se prolongue en la boca durante más tiempo, aportando intensidad y sedosidad.
En marinadas y adobos
No hay otro ingrediente como el aceite de oliva para potenciar los sabores de los alimentos a los que está asociado y, por ello, suele ser protagonista de adobos y marinados, tanto de carnes como pescados. Combinado con otros elementos, como cítricos, especias y hierbas aromáticas, se convierte en una mezcla ideal para dar a estos productos un toque sublime, ya sean preparaciones en crudo como con un cocinado posterior.
En conservas
El aceite de oliva también es un excelente conservante. Nada como usarlo para la preparación de tus conservas vegetales, de pescado, de carne o, incluso de quesos. De hecho, la conservación en aceite es una de las técnicas más antiguas que existen y nos permite alargar la vida de muchos alimentos, además de darles un toque especial para servir en distintos platos, manteniendo todas sus vitaminas y nutrientes.
Cabe señalar que este efecto conservador del aceite de oliva se debe principalmente a su contenido en polifenoles y vitamina E, poderosos antioxidantes naturales que protegen los alimentos frente a los microorganismos patógenos que los deterioran con el paso del tiempo.
En pastelería
Cada vez es más común utilizar el aceite de oliva para elaborar postres, especialmente en bizcochos y pasteles, tanto horneados como fritos, como ya os contamos en este artículo. Utilizando aceite de oliva aportamos aromas y matices de sabor muy especiales, sin olvidar unos mayores beneficios para la salud, ya que cambiamos una grasa saturada, como es la mantequilla, por grasas saludables.
Las diferentes variedades de aceituna con las que se elaboran los aceites de oliva se traducirán en matices muy especiales en los postres que elaboremos.
Con frutas
Estamos acostumbrados a utilizar el aceite de oliva se usa a menudo como base para preparar aderezos para ensaladas. Pero ¿habéis probado a utilizarlo también con frutas? Un carpaccio de naranja o fresas sube de nivel si lo aliñamos con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y le añadimos alguna hierba fresca, como albahaca o menta. Y lo mismo ocurre si elaboramos ensaladas con frutas, especialmente si añadimos sandía o melón, pero también con nectarinas o con higos. ¡Os animamos a que lo probéis!