El aceite de oliva es, desde hace mucho tiempo, una auténtica estrella en el mundo de la cosmética. Se utiliza en la composición de numerosos tratamientos hidratantes y nutritivos tanto para el rostro, como para el cuerpo y el cabello, y es especialmente útil cuando llegan las altas temperaturas estivales. ¿Sabes cómo cuidar de tu piel en verano con aceite de oliva? ¡Te lo contamos!
Propiedades de belleza del aceite de oliva
Las propiedades del aceite de oliva para el cuidado corporal ya eran conocidas desde la Antigüedad. Fue en el antiguo Egipto cuando el fruto del olivo se utilizó, por primera vez, como producto cosmético. El aceite extraído de ella se utilizaba para hacer bálsamos y ungüentos.
En la antigua Grecia había por costumbre bañar a los bebés recién nacidos con este aceite, ya que sus beneficios eran de sobra conocidos, incluso para la delicada piel de los más pequeños. En ese momento, también se usaba para tratar heridas y quemaduras.
Y ya en el siglo XV se empezó a regularizar el uso de aceite de oliva, especialmente en la región francesa de Marsella, para producir el famoso “Jabón de Marsella” (que había empezado a producirse con sebo de cabra unos siglos antes), desde donde se extendió a otros países, como España.
¿Cuáles son los beneficios de belleza del aceite de oliva?
La razón principal de que el uso del aceite de oliva esté tan extendido en el mundo de la cosmética es porque contiene los mismos lípidos o sustancias grasas que la piel y, por lo tanto, ésta lo tolera muy bien. El secreto reside en uno de sus componentes orgánicos, el escualeno, un equivalente del sebo humano que protege del sol, el viento y el frío.
Además, como ya hemos dicho en otras ocasiones, el aceite de oliva es rico en antioxidantes como la provitamina A y la vitamina E que combaten los radicales libres, responsables del envejecimiento de la piel. Así, el aceite de oliva contribuye a la reparación y renovación celular de la piel dañada por el sol, la contaminación, el tabaco o una dieta desequilibrada.
Y por si alguien se lo pregunta, sus propiedades también son beneficiosas para las pieles grasas, con las que ejerce un excelente papel de limpiador facial o desmaquillador, por ejemplo.
¿Cómo cuidar la piel en verano con aceite de oliva?
En verano, cuando nuestra piel está más expuesta al sol, el aceite de oliva se puede convertir en un gran aliado para el cuidado corporal. Después de la exposición solar, sublima el bronceado y alivia las quemaduras solares.
Es importante recalcar que se debe usar después de haber expuesto nuestra piel al sol, a modo de “aftersun” y no para acelerar el bronceado durante los baños solares. Si vais a tomar el sol en la playa o piscina, os recomendamos utilizar un buen protector solar contra los rayos nocivos.
Asimismo, podemos usar el aceite de oliva como agente hidratante en verano, cuando factores agresivos como el salitre del mar, el cloro o el viento tienden a resecar la piel. Su aplicación hará que la piel esté mucho más nutrida y elástica. Si, además, calentamos un poquito el aceite (solo un poco, no debe estar muy caliente), sus efectos hidratantes en manos y pies agrietados son visibles desde el primer momento.
Este efecto nutritivo e hidratante también lo ejerce sobre el cabello. Utilizado como baño o mascarilla, nutre y suaviza nuestro pelo, volviéndolo sedoso. Debemos dejarlo actuar durante media hora, con la cabeza envuelta en una toalla y luego enjuagar hasta que el cabello quede limpio.