El uso de aceite de oliva para repostería es cada vez más común entre quienes cocinan recetas dulces. Sustituir la mantequilla o la margarina por aceite de oliva en las recetas de postres aporta aromas y matices de sabor muy especiales, además de mayores beneficios para la salud, ya que cambiamos una grasa saturada, como es la mantequilla, por las grasas saludables que componen nuestro “oro líquido”.
Además, en muchas ocasiones nos encontramos con que tenemos que preparar postres para personas con intolerancia a la mantequilla, con necesidades dietéticas especiales o consumidoresveganos que no incluyen ningún producto de origen animal en su dieta. Para todos ellos, usar aceite de oliva en las recetas de repostería es la solución ideal para poder disfrutar de los postres.
Aceite para repostería en masas y frituras
Usar aceite para repostería suaviza la masa, ya que le aporta humedad y evita que se quede pegajosa, favoreciendo el dorado final de bizcochos, galletas, brownies, muffins y otras recetas, como la tarta de ricota y arándanos, la tarta de crumble de manzana ola tarta de zanahoria y frosting de queso.
A la hora de usarlo, solo tendréis que tener en cuenta que se necesita una cantidad un poco menor de aceite que de mantequilla (en torno a un 15% menos), ya que ésta tiene en su composición un 85% de grasa y un 15% de agua. ¡Tenedlo en cuenta cuando vayáis a adaptar las recetas!
Además, el aceite de oliva es ideal para la repostería que necesita fritura, como es el caso de las rosquillas, los pestiños, las torrijas o la leche frita, ya que ofrece un gran rendimiento.
Suave y arbequina, son dos aceites para repostería muy adecuados
A la hora de elegir un aceite de oliva para repostería, el consumidor busca aquel cuyo sabor y acidez sea más agradable para el paladar, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de recetas dulces, en las que utilizar una variedad con un sabor demasiado fuerte podría arruinar el resultado final. Por ello, categorías de aceite de oliva como nuestro suave o la variedad arbequina resultan perfectas para la elaboración de repostería y todo tipo de postres.
El aceite de oliva virgen extra arbequina es muy fluido, dulce y, en él, apenas se perciben sabores amargos o picantes. Es un virgen extra con un aroma frutado y matices de manzana, plátano y almendra, que resultan ideales para repostería.
Por su parte, el aceite de oliva suave, con 0,4º de acidez, es perfecto para la elaboración de bollería y bizcochos gracias a su suavidad.
Probad a sustituir la mantequilla por estas variedades de aceite de oliva… ¡Os encantará el resultado!