En España, el cultivo del olivar abarca 2,75 millones de hectáreas, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. De éstas, la inmensa mayoría (el 93%) se destina a la elaboración de aceite de oliva, frente al 7% que representa el sector de la aceituna de mesa. Ahora bien, ¿cuáles son las principales variedades de aceitunas para aceite en nuestro país?
¿Cuántas variedades de aceitunas para aceite hay en España?
Para dar respuesta a esta cuestión, debes partir de la base de que, en el mundo, se contabilizan más de un millar variedades de olivo. Si nos limitamos a la Península Ibérica, hablamos de entre 200 y 250 variedades. Ahora bien, no todas tienen un papel destacado en la industria del aceite, ya que sólo unas pocas concentran la mayor parte de la producción. En concreto, el Consejo Oleico Internacional se refiere a 139 principales variedades de aceitunas para aceite a nivel global.
¿Qué aceitunas se usan para hacer aceite?
Manzanilla, Picual, Arbequina y Hojiblanca seguro que te suenan. Sin embargo, existen otras menos populares que ofrecen matices sorprendentes. ¿Cuáles son las variedades de aceitunas para aceite más en España y cómo contribuyen a enriquecer el panorama oleícola? Estas son las 20 más relevantes:
- Picual: Cultivada principalmente en Jaén, Córdoba y Granada, es sin duda la aceituna por antonomasia en la producción oleica española. También conocida como Andaluza, Morcona o Nevado, destaca por su alto rendimiento y resistencia al clima. Su aceite es intenso, con notas amargas y picantes y reminiscencias a aceituna verde. Además, tiene mucha estabilidad, lo que la hace ideal para frituras y guisos.
- Arbequina: Originaria de Cataluña, es una de las variedades de aceitunas para aceite más suaves y dulces, con toques afrutados, lo que la hace perfecta para ensaladas y postres. En cuanto a sus características comerciales, es una oliva con alto contenido en aceite, aunque menor estabilidad.
- Hojiblanca: Extendida por toda Andalucía, esta variedad de oliva es muy apreciada por la calidad de su aceite, aunque su rendimiento es bajo. En este sentido, el zumo de esta aceituna tiene un equilibrio entre amargo y dulce, con notas herbácea y un ligero toque picante al finalizar.
- Manzanilla Sevillana: Se trata de la aceituna más ‘viajada’, ya que es la que más se destina a exportación, tanto en su modalidad de mesa, como en aceite. El motivo de su éxito es su perfil afrutado y equilibrado.
- Cornicabra: Llamada así por su forma curva que recuerda a un cuerno, es típica de Castilla-La Mancha y Extremadura. Aunque es de cosecha tardía, produce aceites robustos y aromáticos, con cuerpo y un amargor característico, alto rendimiento graso y excelente calidad.
- Lechín: Propia del Sureste español, esta pequeña aceituna de recolección temprana genera aceites delicados con perfil frutal y con matices herbáceos.
- Empeltre: Es una de las principales variedades de aceitunas para aceite de Aragón y Baleares. También usada como aceituna de mesa, en el ámbito de los aceites propicia zumos suaves y aromáticos, con matices de frutos secos.
- Verdial: De Huelva y Badajoz, los aceites verdiales son dulces y suaves, ideales para consumo en crudo. Por cierto, se llama así, porque se mantiene verde incluso tras la fase de maduración.
- Farga: Se trata de una antigua variedad mediterránea, especialmente del Levante, que se distingue por producir aceites suaves y elegantes que recuerdan a la nuez o la almendra.
- Gordal: Aunque se destina más al consumo de mesa, debido a sus grandes dimensiones y bajo contenido graso, también forma parte de las variedades de aceitunas para aceite, aportando un sabor intenso a la cata.
- Blanqueta: Propia de la Comunidad Valenciana, sus aceites son aromáticos y ligeros, por lo que maridan a la perfección en crudo o con pescados blancos.
- Changlot Real: De Alicante, genera aceites con carácter, complejos y un sabor picante y amargo para paladares los que les gusten las emociones fuertes.
- Royal: Es otra variedad originaria de Jaén. Pese a su apariencia pequeña y negra, da un aceite dulce, con aromas a higuera y ligeros toques amargos.
- Arbosana: Es una de las variedades de aceitunas para aceite más similares a la Arbequina, pero con mayor complejidad en aromas.
- Morrut: Viene de Cataluña y Valencia y con ella se producen con aceites robustos y afrutados.
- Lucio: Por su parte, esta oliva típica de Granada, da aceites suaves y afrutados.
- Picudo: Originaria de Córdoba, su nombre proviene de la forma puntiaguda del fruto. A nivel organoléptico, sus aceites son dulces con un toque de almendra y manzana.
- Aloreña: Predomina en Málaga, en la zona de Álora que le da nombre, y produce aceites suaves y frescos, donde destacan las notas herbáceas y ciertos aportes de dulzor.
- Marteño: Subvariedad del Picual, es autora de aceites intensos y retrogustos duraderos.
- Carrasqueña: Cultivada entre las encinas de Extremadura, sus aceites son equilibrados y aromáticos.
¿Qué variedad de aceituna es la mejor para hacer aceite?
Como ves, cada una de estas variedades de aceitunas para aceite contribuye con sus particularidades físicas y organolépticas a la increíble diversidad del aceite de oliva español. Ahora bien, ¿existe alguna que sea la mejor que otra? La respuesta varía según lo que busques. Si priorizas el rendimiento y la estabilidad, el Picual es una excelente elección. Si prefieres suavidad y versatilidad, Arbequina será tu aliada. Por otro lado, los consumidores que valoran aceites equilibrados y ricos en matices optan por variedades como la Hojiblanca o Cornicabra.
Por tanto, el secreto del mejor zumo de oliva reside en la combinación de factores como la elección de las variedades de aceitunas para aceite, el momento de recolección y el método de extracción, además de los gustos personales de cada comensal. Cada productor tiene su fórmula mágica, y en Coosur, hemos logrado un equilibrio perfecto entre tradición e innovación para ofrecer aceites que se adaptan a todos los paladares. ¿Te animas a probar nuestras variedades?