Cocinar con aceite de oliva es la opción más saludable. Así lo recomiendan médicos, científicos y cocineros, por sus beneficios para la salud, pero también por las ventajas que supone en la cocina. Nuestro “oro líquido” es el pilar esencial de la Dieta Mediterránea y se ha convertido en un producto imprescindible para mejorar nuestra salud y nuestra vida. ¡Vamos a ver por qué!
Ayuda a mantener un corazón joven
Hoy en día, las enfermedades cardiovasculares provocan un número altísimo de muertes en todo el mundo. Una de las mejores formas de prevenir algunas de ellas es tomar aceite de oliva.
Una dieta rica en aceite de oliva nos ayuda a retrasar el envejecimiento del corazón porque ayuda a reducir el colesterol malo y mejora el funcionamiento de nuestras arterias. Los polifenoles presentes en el aceite de oliva (unos compuestos químicos de origen vegetal) tienen una acción antioxidante y antiinflamatoria, lo que se traduce en que impiden que se acumule colesterol en las paredes de las arterias y que, por tanto, éstas realicen su función sin problemas. Y no sólo eso sino que todo ello contribuye a prevenir el riesgo de sufrir un ataque al corazón.
También ayuda a combatir enfermedades como la diabetes tipo II que, a su vez, está íntimamente relacionada con la aparición de problemas cardiovasculares.
Es un aliado en la protección de tu cerebro
Hoy en día, en que la esperanza de vida ha aumentado tanto, proteger nuestro cerebro del deterioro cognitivo para garantizar una buena calidad de vida es fundamental. Y, para lograrlo, el aceite de oliva es nuestro gran aliado.
Los componentes del aceite, como los polifenoles de los que hablábamos un poco más arriba o el oleocantal tienen el potencial de reducir ese deterior cognitivo y reducir el riesgo, por ejemplo, de padecer Alzheimer. ¿De qué modo? Pues aprovechando su capacidad antioxidante, lo que ayuda a revertir el daño oxidativo que se produce en el proceso de envejecimiento de nuestro cerebro.
Y no solo eso. Algunos estudios aseguran que también tiene beneficios en la salud emocional, ya que su consumo puede protegernos de sufrir depresión, gracias a los efectos de las grasas poliinsaturadas que contiene el aceite de oliva.
Huesos más fuertes
Esa calidad de vida de la que hablábamos también se ve mejorada cuando tenemos unos huesos fuertes que nos permiten realizar todo tipo de actividades diarias sin problemas. Hasta no hace mucho, pensábamos que el calcio era el elemento fundamental para mejorar la salud ósea, pero hoy sabemos que influyen más cosas.
Por ejemplo, hay alimentos que permiten una mejor absorción de la vitamina D y del calcio en el organismo (ambos fundamentales para unos huesos fuertes) y uno de ellos es el aceite de oliva. Un grupo de investigadores españoles lo han estudiado y han llegado a la conclusión que aquellas personas que siguen la Dieta Mediterránea con un aporte extra de entre 20 y 30 ml de aceite de oliva tienen indicadores de formación ósea más elevados.
Esto es importantísimo sobre todo para las mujeres, ya que podría ayudar a prevenir la osteoporosis, es decir, la pérdida de masa ósea que aumenta el riesgo de fracturas.
Si a esto añadimos que el aceite de oliva tiene propiedades antiinflamatorias, similares a las de un ibuprofeno, el resultado es que su consumo sólo puede aportarnos beneficios para nuestros huesos y articulaciones.
Prevención frente al cáncer
Existen muchos factores que provocan cáncer, desde el medioambiente hasta la alimentación, pasando por el tabaquismo y, por supuesto, por factores puramente genéticos. Algunos de ellos se escapan de nuestro alcance, sin embargo, sí que podemos controlar otros para reducir los riesgos. El más importante de todos ellos es la alimentación.
Una alimentación sana y equilibrada puede reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, sobre todo si incluimos en ella algunos productos, como es el caso del aceite de oliva. El mayor estudio llevado a cabo en nuestro país sobre la relación entre la Dieta Mediterránea y el cáncer de mama asegura que determinadas grasas, como es el caso del aceite de oliva, juega un papel protector contra el desarrollo de este tipo de tumores. Y es que el ácido oleico presente en él contiene compuestos bioactivos que se asocian con una baja incidencia de este tipo de cáncer.
Otros estudios también hablan de la relación directa entre el consumo de aceite de oliva y la prevención de melanomas malignos, es decir, de cáncer de piel.
Beneficios del aceite de oliva en la cocina
Y si son importantes los beneficios que el consumo de aceite de oliva ejerce sobre nuestra salud, también los son los que aporta a la hora de cocinar.
Sus cualidades organolépticas lo convierten en la grasa ideal cuando vamos a consumirlo en crudo, ya sea como aliño o como componente de determinadas salsas. Pero también es el mejor a la hora de freír alimentos porque mantiene mucho mejor sus propiedades a altas temperaturas que otros tipos de aceites de oliva
El aceite de oliva también es ideal para conservar alimentos sumergidos en él. Y para los que piensan que su precio es más elevado que el de otros aceites, les diremos que, en la práctica, cunde más que cualquiera de los otros. Y si no… ¡haced la prueba!