El consumo de aceite de oliva en el embarazo influye en un mejor desarrollo del bebé. Así lo afirma un estudio multicéntrico desarrollado por un grupo investigador del Centro de Investigación Biomédica de la Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), perteneciente a la Universidad de Jaén, desarrollado en cinco hospitales andaluces. Los datos recogidos durante un periodo de dos años entre las embarazadas con seguimiento en estos hospitales han demostrado que las mujeres que incluían habitualmente en su dieta aceite de oliva tenían menos posibilidades de alumbrar un niño Pequeño para su Edad Gestacional (PEG).
El término “pequeño para la edad gestacional” (PEG) describe a un recién nacido cuyo peso y/o longitud se encuentran dos o más desviaciones estándar (DE) (percentil 3) por debajo de la media establecida para su población de referencia, su sexo y su edad gestacional. Aunque las causas de esta anomalía pueden ser de diversa índole, una de ellas es la alimentación de la madre. Las consecuencias, a medio y largo plazo, pueden ser problemas de aprendizaje, crecimiento e, incluso, infecciosos.
Aceite de oliva en el embarazo y en la dieta
Durante dos años, el equipo investigador llevó a cabo un seguimiento, hasta el momento del parto, entre embarazadas que dieron a luz en el Hospital Materno Infantil de Jaén; San Juan de la Cruz, de Úbeda; San Agustín, de Linares, Virgen de las Nieves, de Granada, y Hospital de Poniente, de El Ejido. Se pasó un cuestionario a más de 1.000 mujeres preguntando por sus hábitos alimentarios a lo largo de la gestación.
Una vez pasado el parto, se compararon los datos de los bebés nacidos, llegando a la conclusión de que las madres que tenían bebés que eran pequeños para su edad gestacional consumían mucho menos aceite de oliva en su dieta diaria que las que daban a luz niños de tamaño ajustado a los parámetros normales.
El estudio ha sido publicado en la revista científica Nutrients , donde destacan que el consumo de, al menos, 5 gramos al día de aceite de oliva, contribuye al correcto desarrollo del niño. Teniendo en cuenta los beneficios de la dieta mediterránea (incluyendo aceite de oliva como grasa principal) en la salud materna, fetal y de los niños, debe promoverse antes, durante y después del embarazo.