El aceite de oliva es una grasa vegetal y, como ocurre con todos los lípidos, su contenido calórico es elevado. Sin embargo, si tenemos en cuenta el aporte nutricional extra que proporciona a la dieta y unas propiedades saludables ampliamente demostradas, podemos decir que, consumido con moderación, es la mejor elección para nuestras recetas. ¿Quieres saber cuántas calorías tiene el aceite de oliva y cuál es su aporte nutricional? Sigue leyendo.
El aceite de oliva tiene un promedio de 864 kcal por cada 100 g, lo que significa que cada cucharada (que equivale a unos 15 g) tiene unas 129 calorías. Como ya os contamos, los expertos recomiendan consumir 3 cucharadas soperas al día (unos 37 gramos, tanto para aliñar como para cocinar) para aprovechar sus cualidades saludables y que su aporte calórico al total de la dieta no sea excesivo.
La grasa más recomendada por los profesionales de la salud
El aceite de oliva es la grasa principal de la Dieta Mediterránea, recomendada por los profesionales de la salud gracias a su aporte nutricional y sus beneficios sobre el organismo. Contiene, fundamentalmente, ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico y ácido linoleico de la familia omega-6), así como antioxidantes.
Gracias a estos componentes, tal y como afirma la Fundación del Corazón, el consumo de aceite de oliva, especialmente el virgen y virgen extra, ayuda a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y contribuye a controlar otros trastornos que aumentan el riesgo, como diabetes u obesidad. ¿Y cómo es posible, si hablamos de un alimento bastante calórico? Pues, entre otras razones, porque el aceite de oliva (y los alimentos cocinados con él) favorece la sensación de saciedad, por lo que se tiende a no tener hambre y, por tanto, a reducir la ingesta calórica diaria.
Un corazón más sano
El aceite de oliva tiene otra propiedad muy interesante y es que ayuda a las lipoproteínas a ser más resistentes a la oxidación (un proceso determinante para el desarrollo de las enfermedades coronarias y vasculares), por lo que ayuda a prevenir la formación de placas de arterioesclerosis.
Sin olvidar que el ácido oleico, su componente principal, contribuye a disminuir el colesterol LDL (también conocido como “colesterol malo”), sin reducir los niveles de HDL (o “colesterol bueno”). De hecho, varios estudios han demostrado un valor añadido que aporta el aceite de oliva y es que, en las personas que están tomando medicamento anticolesterolemiante, se ha observado que su consumo mejora el efecto de dicho fármaco.