El 26 de noviembre se celebra el Día Mundial del Olivo, un árbol que simboliza la fuerza, la victoria, la sabiduría y la fidelidad, además de la inmortalidad, la esperanza y la abundancia. Y, lo que es mejor, su fruto pone en nuestras mesas el preciado aceite de oliva. Hoy conocemos algunas curiosidades del olivo que es una carta de presentación de nuestro país por todo el mundo.
Clave en la fundación de la ciudad de Atenas
Según la mitología griega, en el año 3000 A.C. se fundó la ciudad de Atenas. Según la tradición, necesitaba un dios protector y fueron Poseidón, dios de los océanos, y Atenea, diosa de la sabiduría, quienes pugnaban por serlo.
Poseidón regaló a los habitantes una fuente de agua salada para ganar su favor, aunque resultó ser una mala idea, ya que inundó las tierras, estropeando los cultivos. Por su parte, Atenea decidió conceder al pueblo el primer olivo, como símbolo de la paz, el progreso y la fuerza. Además, sus frutos otorgarían a los atenienses multitud de beneficios. La ciudad se denominó Atenas, así que… está claro quién ganó, ¿verdad?
Una rama, una paloma… y el símbolo de la paz
Según el Libro del Génesis, Dios se enfureció con los humanos por su vida pecadora y decidió enviar un diluvio que inundase el mundo. Solo Noé fue avisado para que construyese un arca, en la que salvaría a su familia, además de a una pareja de animales de cada especie.
Las lluvias duraron 40 días. Pasado ese tiempo, Noé soltó una paloma con el fin de comprobar si había tierra firme. El ave volvió con una rama de olivo en el pico y con el mensaje de que Dios volvía a estar en paz con los hombres.
Ya en el siglo XX, el pintor malagueño Pablo Picasso contribuyó a que la paloma con la rama de olivo se convirtiera en el símbolo de la paz, gracias a una serie de dibujos sobre el tema, uno de los cuales fue la imagen del cartel del Congreso Mundial por la Paz en 1949.
Símbolo del Mediterráneo
El olivo siempre se ha asociado con el mar Mediterráneo. En la cuenca de este mar, el aceite de oliva ha sido durante mucho tiempo la base de la cocina, pero también de la medicina o la cosmética.
Los mayores cultivos se concentran en los países que baña este mar. Y es especialmente importante en España, ya que poseemos la mayor superficie de olivar en Europa. Con más de 2,6 millones de hectáreas, nuestro país cuenta con el 55% del total de la Unión Europea, por delante de países como Italia (23%), Grecia (15%) o Portugal (7%).
Más de 260 variedades diferentes en España
En España hay más de 260 variedades cultivadas de olivo. En cada zona se cultivan distintos tipos, los más adecuados al clima y al terreno sobre el que se plantan. De este modo, las diferentes variedades ofrecen frutos distintos que aportan al aceite producido una personalidad única.
Las variedades de olivo más comunes son la Picual, la Arbequina, la Hojiblanca y la Cornicabra, además de otras como Manzanilla, Empeltre, Verdial o Lechín.