Disfrutar en casa de un buen aceite de oliva es un placer para los sentidos. Para que eso ocurra, se producen una serie de pasos desde que la aceituna está en al árbol hasta que podemos abrir la botella de aceite en nuestro hogar. Así es el proceso de elaboración del aceite de oliva.
Recolección del fruto
Llegado el momento óptico de la cosecha, el proceso de elaboración de aceite de oliva se inicia con la recolección del fruto. Dependiendo del lugar y de la variedad de aceituna, ese momento se sitúa entre los meses de octubre y febrero. Y, como comentamos en este otro post, la recolección se puede llevar a cabo con diferentes técnicas, mecanizadas o no, siendo las más habituales el vareo, el ordeño y la vibración.
Transporte hasta la almazara
Una vez recolectadas las aceitunas, es el momento de trasladarlas hasta la almazara para iniciar el proceso de producción. Es conveniente que este proceso sea lo más rápido posible para evitar que los frutos comiencen a deteriorarse. De este modo, cuanto más sanos estén, mejor se podrán aprovechar y será garantía de calidad para el aceite.
Selección de la aceituna
En el momento que llegan las aceitunas a la almazara, se lleva a cabo el proceso de selección. El objetivo es, como veíamos, eliminar aquellos frutos que hayan podido deteriorarse durante la recogida o el transporte.
Lavado
Tras el proceso de selección, las aceitunas pasan a una máquina que se encarga de la limpieza. Por un lado, se eliminan posibles restos de hojas, ramas, piedras, etc. que hubiesen podido venir junto con el fruto. Además, se lavan con una ducha continua que las dejará listas para el proceso de molturación.
Molturación
La molturación es el proceso de triturado de la aceituna para extraer el aceite. También llamada molienda, con ella se logra una pasta que contiene aceite, orujo (residuo sólido del hueso, la pulpa y la piel) y alpechín (agua de vegetación) de la que posteriormente será extraído el aceite.
Centrifugado
Con el proceso de centrifugado, se separa completamente el aceite, el agua y el orujo. Se trata de una máquina que gira a gran velocidad y separa los componentes por diferencia de densidad.
Envasado y conservación
Por último, una vez obtenido el aceite, es el momento de envasarlo en los diferentes formatos que se van a poner en el mercado, así como de almacenarlo en las mejores condiciones de conservación, con el fin de garantizar que el proceso de elaboración del aceite de oliva llegue en óptimas condiciones al consumidor final.