Si piensas en Galicia a nivel gastronómico, ¿qué recetas te vienen a la cabeza? Seguro que el pulpo está entre ellas. Pero, ¿sabías que el origen del pulpo a feira no es gallego? Descubre de dónde proviene este característico plato y cómo prepararlo en casa.
¿Cuál es el origen del pulpo a feira?
Este molusco cefalópodo ha sido parte de la cocina mediterránea durante siglos, siendo una fuente rica en proteínas y baja en grasas. De hecho, en la antigua Grecia ya se consumía este alimento -muy apreciado, además- y hay recetas documentadas desde el siglo I d.C. En concreto, la primera aparece en De re coquinaria, un recetario romano escrito por el gastrónomo Marco Gavio Apicio.
Ahora bien, para hablar sobre el origen del pulpo a feira (o polbo á feira, en gallego) no hay que remontarse tantos años. Ten en cuenta que el pimentón no empezó a usarse en la cocina hasta que se trajo desde América, es decir, a partir del siglo XVI. Sin embargo, pese a su actual vínculo con la tierra de las meigas, parece que la raíz de esta exquisita receta está un poco más al Sur, en La Maragatería, una comarca situada en la provincia de León.
Unos investigadores han desvelado que eran los arrieros de esta zona, iban a las ferias agrícolas, donde se intercambiaban productos de diferentes puntos de España. Allí coincidían con pescadores gallegos, a los que compraban pulpo secado al sol y eran ellos los que hidrataban el molusco con aceite de oliva y pimentón, dando origen al pulpo a feira. De ahí que su nombre haga referencia a estos puntos de mercadeo.
¿Dónde se inventó el pulpo a feira?
Ahora bien, la popularización de este suculento bocado tiene algo de celestial. Y es que el concepto de ‘Festa do Pulpo’, con un reparto masivo de este alimento entre la población, nace en los monasterios. También de interior: el de Oseira, en la Ribera Sacra, para ser exactos.
Allí ingresó Diego Arias, un aristócrata que decidió renunciar a sus bienes materiales al entrar en la vida monacal. Entre ellos, había ingentes cantidades de pulpo que había recibido de sus súbditos como pago en especie de los impuestos. ¿Qué hacer con él? Pues una gran fiesta popular donde servirlo.
¿Qué diferencia hay entre pulpo a feira y pulpo a la gallega?
Aunque ambos platos comparten similitudes, como el uso de pulpo cocido, aceite de oliva y pimentón, tienen algunas diferencias clave. El pulpo a feira se sirve tradicionalmente en rodajas gruesas sobre un plato de madera o una tabla, mientras que el pulpo a la gallega se presenta en rodajas más delgadas y se sirve sobre una cama de patatas cocidas (cahelos). Además, el pulpo a la feira suele ser más condimentado con sal gorda y pimentón, mientras que el pulpo a la gallega tiende a ser más suave en sabor.
¿Cómo se prepara el pulpo a feira?
Como se te habrá abierto el apetito al hablar del origen del pulpo a feira, no podemos despedirnos sin dejarte la receta para su preparación.
Ingredientes:
- 1 pulpo fresco (aproximadamente 2 kg)
- Sal gorda
- Pimentón dulce
- Aceite de oliva virgen extra
Modo de elaboración:
- Lava bien el pulpo bajo el grifo para eliminar cualquier residuo.
- En una olla grande con agua hirviendo, sumerge el pulpo varias veces durante unos segundos, esto ayudará a que las patas se enrosquen.
- Cocina el pulpo en la olla con agua hirviendo durante aproximadamente 40-50 minutos, o hasta que esté tierno. El tiempo de cocción puede variar según el tamaño del pulpo.
- Una vez cocido, retira el pulpo del agua y escúrrelo.
- Corta el pulpo en rodajas gruesas y colócalo en una tabla de madera o plato.
- Espolvorea generosamente con sal gorda y pimentón dulce al gusto.
- Rocía con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
- ¡Sirve y disfruta!
Eso sí, aunque puede parecer un plato relativamente sencillo, tiene sus intríngulis, sobre todo en lo relativo al buen manejo del tiempo de cocción para lograr una textura perfecta.
¿Qué trucos debes tener en cuenta a la hora de prepararlo?
- Para asegurarte de que el pulpo quede tierno, puedes golpearlo contra la encimera antes de cocinarlo. Esto ayuda a romper las fibras musculares y ablandarlo.
- Otra recomendación para romper estas fibras es congelar el pulpo entero unos días antes y descongelarlo despacio para la elaboración.
- Busca que el pulpo esté al dente, es decir, presente cierta dureza al masticar, sin resultar correoso. Puedes comprobar el punto de cocción introduciendo un tenedor bajo la cabeza del cefalópodo; si se hinca con facilidad, está listo.
- Acompaña el pulpo a feira con un buen vino blanco gallego para una experiencia gastronómica completa.
Ahora que conoces el origen del pulpo a feira y cómo prepararlo, ¿te animas a probar esta deliciosa receta gallega? ¡Nosotros ponemos el aceite de oliva virgen extra! Elige tu preferido dentro de nuestra amplia variedad de AOVEs y ¡bo proveito!