El aceite de oliva es un ingrediente fundamental en la elaboración de panes caseros. Aporta un sabor único, que los hace irresistibles, además de asegurar una textura suave y esponjosa. La importancia de este aceite en la cocina es innegable, y es una excelente manera de incluir nutrientes saludables en nuestra dieta diaria. Hoy os hablamos de la importancia del aceite de oliva en la preparación de pan, desde su contribución a la textura y sabor, hasta sus propiedades nutricionales saludables, y os dejamos algunos ejemplos que os harán triunfar en cualquier comida.
Los beneficios del aceite de oliva para la salud
Nunca está de más recordar que el aceite de oliva es un alimento con propiedades saludables, que se ha utilizado durante siglos como parte de la dieta mediterránea. Sus ácidos grasos monoinsaturados y sus antioxidantes como el ácido oleico, contribuyen a prevenir enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, ayuda a mejorar la digestión y el tránsito intestinal, mejora la salud del corazón, reduce los niveles de colesterol en sangre y tiene propiedades antiinflamatorias.
Por estas razones, la elaboración de un producto básico como el pan utilizando como ingrediente el aceite de oliva lo convierte en un producto mucho más saludable, dentro de una dieta equilibrada.
Cómo añadir aceite de oliva a la masa del pan
Para añadir aceite de oliva a la masa del pan, hay que tener en cuenta varios factores. En primer lugar, es conveniente elegir una variedad de aceite con un sabor suave para dar un equilibrio al sabor final del pan. Los aceites elaborados con la variedad arbequina son ideales para este tipo de elaboraciones, aunque, si te gustan los sabores más intensos, puedes elegir el aceite de oliva que más te guste.
En segundo lugar, se recomienda agregarlo al principio de la preparación, ya que con ello obtendremos una miga más esponjosa. Por último, es importante recordar que el aceite de oliva hay que agregarlo en crudo para aportar todo el sabor que queremos conseguir.
Panes elaborados con aceite de oliva
Existen muchas recetas diferentes para hacer pan con aceite de oliva. Una opción es preparar un pan casero tradicional con harina blanca o integral y agregar media taza de aceite de oliva para obtener un producto más nutritivo y saludable. A partir de esta receta básica podemos ir añadiendo ingredientes para elaborar panes más especiales, como aceitunas negras, especias (cominos, romero u orégano, etc.), queso o, incluso, cebolla caramelizada. Las opciones son infinitas.
Otra receta de pan con aceite de oliva muy conocida, procedente de Italia, es la focaccia, un pan que se prepara con harina blanca y al que se le agrega una cantidad generosa de aceite para obtener un producto crujiente por fuera y muy esponjoso por dentro y que se puede preparar de manera básica o añadiendo ingredientes al estilo de la pizza, como cebolla, aceitunas, tomate seco o queso, entre otros.
¿Y por qué no preparar nuestros propios panes de hamburguesa en casa y ahorrar una cantidad importante del azúcar que contienen los industriales? Harina de fuerza, levadura, leche semidesnatada, un poquito de sal y azúcar, aceite de oliva y un huevo para pintar la masa antes de hornear es todo lo que necesitamos para que nuestras hamburguesas no tengan nada que envidiar a las de los restaurantes más gourmet.