En ocasiones, encontramos algunas variedades de aceites de oliva cuyo aspecto es turbio y sin la transparencia a la que estamos acostumbrados. ¿Qué significa? ¿Por qué el aceite de oliva está turbio? La respuesta es sencilla: porque estamos ante un aceite de oliva sin filtrar, también conocido como aceite en rama.
Características del aceite turbio
El aspecto turbio de los aceites de oliva sin filtrar es consecuencia de la presencia de pequeñas partículas en suspensión, que no son otra cosa que trozos microscópicos de la pulpa de la aceituna que permanecen en el aceite porque éste no se ha sometido al proceso de filtrado. En otras palabras, se embotella tal y como se obtiene de la almazara.
Se trata de un aceite de oliva más denso que los que se someten al proceso de filtrado, pero con la misma calidad, ya que en él encontramos todos los elementos que hacen de este zumo de aceituna un producto saludable para nuestra dieta diaria. También puedes leer en el siguiente post las diferencias entre un aceite sin filtrar y uno filtrado.
¿Podemos consumir y conservar el aceite de oliva sin filtrar como el resto de aceites?
El hecho de que los aceites sin filtrar contengan estas micropartículas de pulpa le otorgan unas características un poco más especiales a la hora de consumirlos y conservarlos.
Son aceites indicados para su consumo en crudo como por ejemplo en desayunos de con aceite de oliva. Suelen ser de cosecha temprana, prensados en frío, y se caracterizan por ser frescos y muy aromáticos. Tienen un sabor intenso y aportan un ligero picor o amargor muy agradables, lo que los hace ideales para acompañar ensaladas, tostadas, carpaccios y aderezar otros platos, como verduras, pastas, pescados o carnes, pero siempre con la receta ya terminada. La razón no es otra que evitar que las partículas de pulpa que contiene el aceite de oliva en rama se puedan quemar si lo utilizamos para cocinar, ya sea en frituras, a la plancha o al horno, por eso es preferible disfrutar de todo su sabor en crudo. En todo caso, podemos añadirlos a guisos que vayamos a preparar a fuego lento.
A la hora de conservar también tendremos en cuenta que su periodo de “vida útil” es algo menor que el del resto de aceites. Lo ideal es consumirlo entre seis meses y un año después de su envasado para disfrutar de sus condiciones organolépticas plenas. Y como otras variedades de aceites de oliva, procuraremos conservarlo al abrigo de la luz, en lugares oscuros, ya que es más propenso a sufrir oxidación. Si os gustan los sabores intensos y naturales… ¡puedes comprar los aceites de oliva sin filtrar en nuestra tienda online o en tu supermercado favorito!