El olivo es un árbol que procede de regiones cálidas, más concretamente de la zona de Oriente Próximo. A lo largo de los años, su cultivo se ha ido extendido paulatinamente por todo el mundo y ha llegado a zonas más frías que aquellas en las que se originó. Aunque la mayor parte de su cultivo se desarrolla en las zonas de clima mediterráneo, en algunas de ellas se producen heladas. ¿Qué efectos tienen estas heladas en los olivos?
Unos efectos que dependen de la variedad, la intensidad y el momento
Según la época del año en que aparecen las heladas y su intensidad, veremos que el efecto sobre el olivo no es el mismo. También juega un importante papel la variedad de olivo ante la que estemos, ya que algunos son más resistentes a las heladas que otros (como ocurre con las variedades Picual o Arbequina). En general, en las zonas olivareras históricas existen variedades tradicionales que se adaptan bien a las condiciones locales.
Por regla general, podemos decir que el olivo es bastante resistente al frío. No obstante, si se trata de heladas muy fuertes, éstas pueden provocar la muerte de yemas, ramas e incluso del propio árbol. Es por ello por lo que, en zonas en las que se producen heladas frecuentes en primavera, se suele optar por variedades de floración tardía para evitar daños.
Asimismo, los efectos de las heladas en el olivo son diferentes dependiendo del momento en que se produzcan, como vamos a ver.
Las heladas en invierno
Durante los meses de invierno, por regla general el olivo está inactivo. Es entonces cuando es capaz de soportar las temperaturas más bajas. Aun así, también hay partes del olivo que soportan mejor las bajas temperaturas. Por ejemplo, y puesto que se trata de un árbol perenne, sus hojas pueden soportar temperaturas de hasta -14°C, a través del proceso de aclimatación (cambios metabólicos y bioquímicos que experimenta el olivo para adaptarse al frío).
Sin embargo, paradójicamente, la madera es la parte del olivo que menos tolera las heladas en los periodos de descanso. Las ramas jóvenes, de menos de 5 años, soportan hasta -10°C y las partes más viejas hasta -12°C. Las bajas temperaturas pueden provocar grietas en la madera que debilitan al árbol porque representan una entrada para hongos y bacterias.
Las heladas en primavera
La floración del olivo se produce entre los meses de abril y junio y es entonces cuando las heladas causan daños importantes en los olivos. Aunque menos frecuentes que en invierno, en muchas zonas de producción se pueden dar episodios de bajas temperaturas en primavera, que afectan a los brotes de ramas, hojas y frutos de la campaña siguiente.
Las heladas pueden causar malformaciones en la flor y, por lo tanto, mermar el rendimiento del olivo, ya que provoca una caída de la producción e, incluso, una pérdida de calidad de la cosecha.
Por último, y afortunadamente, las heladas son mucho más infrecuentes en la época en la que el fruto empieza a desarrollarse (desde finales de mayo), que es cuando más daño sufriría.
A parte de esto, ¿qué sabes sobre la congelación del aceite de oliva? ¿Conoces la temperatura a la que se congela y si esto afecta a su calidad?