La olivicultura ecológica tiene como objetivo producir Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) sin utilizar productos químicos de síntesis, ya sean fertilizantes, herbicidas o plaguicidas, ayudando así a proteger los recursos naturales y la biodiversidad. El resultado es un aceite de oliva de alta calidad, al igual que los AOVEs convencionales, pero con una mayor protección del medioambiente, un aspecto importante para muchos consumidores que reivindican una alimentación cada vez más natural.
En el olivar ecológico, las prácticas de labranza y cultivo deben estar orientadas a mantener o incrementar la materia orgánica y la actividad biológica de los suelos, de tal forma que se refuerce la estabilidad y se prevenga su erosión. Esto se traduce en que se utilizan exclusivamente recursos naturales propios del sistema y, como decíamos, exista una estricta limitación del uso de medios de síntesis (salvo casos muy excepcionales).
¿Qué elementos están permitidos en el cultivo de aceituna ecológica? Pues desde preparados adecuados a base de plantas, a otros elaborados con microorganismos para mejorar las condiciones generales del suelo o la activación del compost, así como los llamados preparados biodinámicos.
Protección de los suelos
A la hora de proteger el suelo no se emplean productos químicos, sino que se usan cubiertas vegetales, que evitan la erosión, contribuyen a la fertilización del cultivo y proporcionan un hábitat adecuado a los enemigos naturales de las plantas, al tiempo que aumentan la materia orgánica del suelo y, por tanto, su actividad biológica. También se emplea un picado de los restos de la poda, que reduce la aparición de malas hierbas y aumenta la capacidad de retención de agua.
Fertilización ecológica
A la hora de fertilizar los olivos también se usan métodos basados en el aprovechamiento, de manera eficiente, de todos los subproductos que se generan en la propia explotación, como compost de residuos de la almazara (alperujo), estiércol y algunos abonos comerciales permitidos por la legislación. Asimismo, se emplean otros productos naturales, como algas y derivados.
Control de plagas y enfermedades
Lo mismo ocurre a la hora de controlar posibles plagas o enfermedades que afecten a los olivos. Si quieres proteger los árboles contra enemigos naturales (mosca del olivo, cochinilla…) o procesos térmicos, solo está permitido utilizar productos fitosanitarios autorizados por la legislación.
Diferentes estudios aseguran que esta modalidad de cultivo puede ayudar a mitigar el cambio climático y ayudar, por tanto, a proteger el medio ambiente.
¿Cómo saber si un AOVE procede de agricultura ecológica?
Los productos procedentes de la agricultura ecológica, como es el caso de los AOVEs ecológicos, se diferencian porque llevan una etiqueta autorizada por la Unión Europea, que garantiza que proceden de unos sistemas de producción que respetan los ciclos de vida naturales, en este caso del olivar.
Esta certificación ecológica asegura a los consumidores que el aceite está libre de residuos perjudiciales persistentes que pudieran proceder de pesticidas o fertilizantes sintéticos, como es el caso de nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico.