Con la recogida de la aceituna comienza el proceso que llevará hasta nuestras mesas el preciado aceite de oliva. Existen diferentes técnicas para recoger el fruto del árbol, las más conocidas, el vareo, el ordeño y la vibración. Vamos a ver en qué consiste cada una de ellas.
El momento de recogida de la aceituna se produce una vez que el fruto ha alcanzado su maduración y son diferentes factores, los que determinan la fecha en la que dará comienzo el proceso. Entre estos factores se encuentra la variedad de aceituna, la climatología o el terreno donde ha sido cultivada. Todo ello, determinará si la recogida se inicia en el mes de octubre, como ocurre en algunas zonas y con determinadas variedades, o se alarga hasta el inicio de año, durante los meses de enero y febrero e, incluso, marzo.
¿Qué técnicas se utilizan?
A la hora de recolectar la aceituna, se pueden utilizar técnicas manuales o mecanizadas. El uso de unas u otras viene condicionado por la edad de los árboles, la condición del suelo, el tamaño de la explotación o, en ocasiones, por el hecho de que la aceituna sea de mesa o esté destinada a ser prensada como aceite de oliva.
Entre las técnicas manuales, encontramos uno de los más tradicionales: el ordeño. Consiste en colocar una escalera en el árbol e ir recolectando el fruto a mano o con ayuda de un utensilio denominado “peine”. Se trata de la técnica más cuidadosa con la aceituna, ya que el fruto no recibe ningún daño. Sin embargo, también es el más lento y no resulta viable en grandes explotaciones.
También manual, pero algo más rápido, tenemos el vareo. En este caso, se coloca una malla o manto(también llamado fardo) a los pies de cada árbol y, con ayuda de una vara (de ahí su nombre), se va golpeando el olivo para que los frutos vayan cayendo. Una vez que están sobre la malla, se recogen para ser llevados a la almazara.
El método más rápido, sin embargo, pasa por la mecanización y es la llamada vibración. Para ello, se utilizan vibradores mecánicos, que pueden ser de tronco o de ramas, según la forma de insertar el elemento que origina la vibración en el árbol. Este mecanismo hace caer los frutos sobre la malla o manto.
Los métodos manuales suelen utilizarse, como decíamos, en explotaciones menores, o bien cuando existen condiciones difíciles del terreno para introducir maquinaria, así como con determinadas variedades de aceituna que no se adaptan muy bien a los métodos mecanizados.